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OPINIÓN | No voy a ser general de este sistema burgués, yo tampoco

(Encuentro histórico del 17 diciembre de 1978)

La Venezuela de la década 70 del reciente siglo XX, con aproximadamente 14 millones de habitantes, y con altísimos ingresos petroleros, mal administrados por los gobiernos de AD y Copei, en contubernio con la burguesía parasitaria; trajo consigo el peso exorbitante del pago de la deuda externa y la concentración de las ganancias de la burguesía importadora; por ende el crecimiento de la pobreza y la desigualdad social.

En este contexto, el domingo 17 de diciembre de 1978 disfrutando del primer turno de vacaciones decembrinas, los jóvenes ascendidos a tenientes en julio de ese año, Luis Reyes Reyes de la aviación y Hugo Chávez Frías del ejército realizaron el encuentro histórico nocturno en la Quinta Chamariapa, propiedad de doña Rosa de Reyes y don Luis Beltrán Reyes Mota, ubicada en la esquina y cruce de las avenidas Briceño Méndez y Codazzi, de la ciudad capital Barinas. La unión de las familias venezolanas se avivaba, con el Adviento de la venida del redentor, la buena nueva del nacimiento del Niño Jesús.

Los tenientes Chávez Frías (zambo india-negro) y Reyes Reyes (negro), imantados de la herencia de la estirpe rebelde de los indocimarrones de los cumbes. Ambos, proseguían la configuración del trayecto histórico de la eterna marcha del tiempo de la revolución de la independencia del Libertador Simón Bolívar, basado en el renacimiento de los 148 años de la siembra del Padre de la Patria de la América Meridional.

Apartados de los preparativos de la navidad del hacer de las hallacas sabrosas, al son de los cantos de los villancicos en la casa de la familia Reyes Reyes. Los tenientes, se sentaron a conversar y reflexionar en el patio de la casa, sólo la luna cuarto menguante fue testigo de excepción, de las ideas y compromiso adquiridos de los sueños forjados, por el contacto directo con las desigualdades sociales y económicas de la realidad de Venezuela. La conversación gravitaba en torno a los seres humanos más especiales de la humanidad: ¿Cuántos niños desnutridos de los barrios humildes estaban olvidados y condenados, sin tener derecho a la alimentación balanceada, sin ir a la escuela y sin tener garantizado la atención de la salud, en una nación con abundantes riquezas?

El encuentro fue a la vez, preludio y premonición del vórtice revolucionario de sus vidas. Los jóvenes tenientes Luis Reyes Reyes y Hugo Chávez Frías, laceraban su espíritu rebelde, ambos sentenciaban el futuro de la ética bolivariana, Reyes: “Estoy seguro que no voy a ser general de este sistema burgués”, Chávez: “Yo tampoco”. Sin duda, los nuevos signos de los jóvenes tenientes, eran marcadamente antagónicos a la “ética amoral” de los ascensos militares de los oficiales superiores de coronel a general; ponen distancia con los ascensos aprobados bajo el soborno de los intereses de los senadores y diputados de AD y Copei en el extinto oscurantismo del Congreso de la IV República.

A pesar de la era de las horrendas dictaduras militares en América Latina impuestas por la doctrina criminal del imperialismo yanqui, en el marco de la Guerra Fría. Los tenientes Chávez Frías (ejército) y Reyes Reyes (aviación), se propusieron iniciar dentro de las Fuerzas Armadas de Venezuela, el camino irreductible del amor a la patria, como herederos de la independencia, justicia, libertad, igualdad y moral del Libertador Simón Bolívar, forjando el espíritu imborrable de la unión cívico-militar: ¡Volver a Carabobo!.

El trayecto revolucionario se iniciaba con la siembra de la semilla del joven teniente Chávez en “La Casa de los Sueños Azules” del Ejército Bolivariano, y la siembra de la otra semilla del joven teniente Reyes en “La Casa de la Fortuna Ayuda a los Audaces” de la Aviación, la fuerza bolivariana se surcaba en los horizontes de la tierra y el cielo  

La formación política ideológica, constituía el ciclo vital para garantizar el proyecto nacional de unión de los patriotas. Las lecturas y debates se realizaban individualmente y a través de células pequeñas y clandestinas, para dar continuidad al proyecto histórico bolivariano, los jóvenes del ejército y la aviación forjaban el epicentro y edificación de la nueva Venezuela Bolivariana. Los jóvenes militares pensaban y actuaban guiados por la praxis política del Libertador recogida en el Juramento del Monte Sacro, Manifiesto de Cartagena, Carta de Jamaica y Discurso del Congreso de Angostura. Aunado, la Sociedad Americana de 1828 del Maestro Simón Rodríguez, el idealismo alimentaba la acción revolucionaria. Cuatro años después, el 17 de diciembre de 1982, los capitanes del ejército Hugo Chávez Frías y Felipe Acosta Carlez asumen el liderazgo a partir del Juramento patriota del Ejército Bolivariano Revolucionario, frente al Samán del Güere de San Jacinto, Maracay estado Aragua: “Juro por el Dios de mis padres, juro por mi patria, juro por mi honor que no daré tranquilidad a mi alma ni descanso a mi brazo hasta no ver rotas las cadenas que oprimen a mi pueblo por voluntad de los poderosos. Elección popular, tierras y hombres libres, horror a la oligarquía”. Al poco tiempo se suman Luis Reyes Reyes, Ronald Blanco La Cruz y Pedro Alastre López, el legado-praxis del ideario bolivariano abriría las alamedas del camino definitivo de la liberación nacional.

El Libro Azul: El Árbol de las Tres Raíces escrito por el teniente coronel Chávez en 1991;    y el libro Bolívar: Acción y Utopía del Hombre de las Dificultades de Miguel Acosta Saignes, aproximaban el conocimiento dialéctico y del materialismo histórico con el contexto histórico político, ideológico, social, económico, cultural, militar, sociológico e internacional del Libertador. La idea estratégica se concebía desde la guía y vigencia del trayecto del proyecto independentista, unionista e integracionista del Libertador Simón Bolívar, para los nuevos tiempos revolucionarios. Más adelante, las luchas populares fueron el horno social, estallaron las rebeliones el 27 de febrero de 1989, el 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992, y el 13 abril de 2002 se consolidaba la unión cívico militar.

Los tenientes coroneles, comandantes Hugo Chávez y Luis Reyes, siempre unidos hicieron valer el compromiso y lealtad con el proyecto histórico revolucionario del pueblo, la patria, la revolución bolivariana socialista y la humanidad. Cuarenta y cinco años después del encuentro histórico  (1978-2023) de los jóvenes tenientes bolivarianos; el pueblo mestizo, rebelde y emancipado continúa leal al proyecto independentista, unionista e integracionista bolivariano de los nuevos tiempos revolucionarios. La lealtad del general en jefe Rafael Urdaneta con el Libertador Simón Bolívar, se forjaba también en la lealtad invencible y amorosa entre los comandantes Reyes Reyes y Hugo Chávez.   

La Revolución Bolivariana Socialista está vigente con más fuerza en el camino invencible del Libertador Simón Bolívar y el Comandante Supremo Chávez, corresponde a las mujeres y hombres revolucionarios junto al Gloria Bravo Pueblo, garantizar la soberanía en los tiempos del nuevo estado Guayana Esequiba, y la permanencia de la estrategia victoriosa de la unión cívico militar. ¡¡Unidad, Lucha, Batalla y Victoria!!

Profesor Edgardo Antonio Ramírez.

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