Anahí Arismendi: Si alguna narrativa ha demostrado su hipocresía ha sido la del supuesto financiamiento humanitario
Prensa Lauicom // Wilman Verdú.- Anahí Arismendi, periodista, docente, investigadora y lideresa de diversos movimientos venezolanos de mujeres, presentó la mañana de este lunes, en la Universidad Internacional de las Comunicaciones, en Caracas, hallazgos de su última investigación titulada: “Infancia bajo asedio”.
En esta obra, Arismendi, demuestra con datos muy poderosos el impacto de las medidas coercitivas unilaterales, sobre los derechos humano de niñas, niños y adolescentes en Venezuela, entre los años 2015 y 2019.
A tal efecto expresó Arismendi, que “Si alguna narrativa ha demostrado su hipocresía, es la del supuesto financiamiento humanitario”. “Han sido millones de dólares que tanto la Usaid, como distintos organismos de los EE.UU., han destinado al financiamiento de organizaciones no gubernamentales de supuestos grupos independientes y de organizaciones internacionales de derecha, a través de las cuales, no solo se han falseado las estadísticas para justificar financiamiento sino que, no se ha prestado ningún tipo de atención en caso no solo de la población migrante, sino a todo lo que significa el saboteo a operaciones que le hubiesen permitido al país, tener acceso a los alimentos, medicamentos, equipos, repuestos y en general, a todo lo requerido por este para la garantía de derechos a su población”. Dijo.
“Hay muchos actores que han estado vinculados a lo que significa esta guerra no convencional, en la cual las medidas coercitivas unilaterales son una estrategia más, que se suma a todo el conjunto de acciones criminales que se ejercen simultáneamente contra la población venezolana, y que ha tenido un impacto fundamental en niños, niñas y adolescentes” destacó.
Explicó la investigadora que, “fundaciones como la Simón Bolívar, que a través de Citgo administra Estados Unidos y Guaidó, en este saqueo de nuestros bienes y recursos en el exterior, anunció la suspensión del financiamiento a niños que deberían ser trasplantados, atención de riñón, hígado y médula, lo que trajo como consecuencia el fallecimiento de 53 niños, hasta la fecha, y que en este momento se está amenazando con poner en la calle a niños venezolanos que esperan por una operación o, que están en situación de tratamiento médico en el exterior”.
“Las medidas coercitivas unilaterales y todo el bloqueo que se ha impulsado contra el país, configuran crímenes de lesa humanidad y han tenido impactos dolorosos que no pueden quedar impunes, niños fallecidos producto de que no se les pudo realizar trasplantes de hígado, riñón o médula; niños que fallecieron o fueron vulnerados en su situación de salud por el retiro de empresas que hacían el mantenimiento a los equipos, operaciones que se retrasaron por el retiro de empresas negadas a hacer mantenimiento a microscopios electrónicos, situaciones generadas por una política de exterminio en materia de alimentación”, mencionó entre otras.
“Todo lo que fueron las medidas contra el ingreso de alimentos al país, utilizar los alimentos y sus procesos asociados, como herramienta y munición de guerra contra el pueblo venezolano, toda la política contra los Claps, de las miles de toneladas que no permitieron los gobiernos de Colombia y Brasil en su momento, que ingresaran a Venezuela, el saboteo de nuestras cuentas para poder adquirir alimentos en países como Turkey, todo lo que fue convertir nuestros puertos en puertos de guerra, toda la política fundamental contra la industria petrolera que afectó la inversión social”. Indicó.
“Venezuela ha mantenido siempre en los últimos años, y así lo reconoce la ONU, más del 70% del presupuesto destinado a inversión social y esto evidentemente fue impactado cuando los ingresos petroleros llegaron a cero, producto de estos ataques criminales que afectaron a la población infanto adolescente, aunque han sido mitigados gracias a las políticas del modelo inclusivo venezolano, la organización popular, las políticas sociales, junto con el ejecutivo nacional, pero que han tenido un impacto en la infancia venezolana porque son medidas que además de impactar en el momento, dejan secuelas en años posteriores, porque cuando el niño no se alimenta como debe en su momento, no recibe las vacunas a tiempo, producto de esas políticas de bloqueo, esta afectando la calidad de vida, el acceso a los servicios públicos, el tema educativo”, asintió.
“De no ser por la robustez de nuestro sistema educativo casi 2 millones de niños estarían fuera del sistema. Esta ha sido una guerra de resistencia contra unos crímenes de lesa humanidad unas agresiones contra el pueblo venezolano que no pueden quedar impunes y que es importante no solo que las conozcamos, sino que las denunciemos”, finalizó la también periodista.
