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Entrevista a Tania Díaz, rectora de la Universidad Internacional de las Comunicaciones

“La guerra cognitiva busca anular la identidad histórica, el arraigo y la voluntad de emancipación de los pueblos”

La periodista, diputada y vicepresidenta de Formación del PSUV, asevera que vivimos en una época en que tenemos que discernir si estamos leyendo una noticia o un fakenews. “Este último no es más que una propaganda de guerra sucia o una estrategia de mercadeo de cualquier corporación. Allí están desdibujadas esas fronteras de la ética y eso le hace daño a la sociedad misma”

Wiston Márquez López, periodista venezolano

Fotografía: Emiliana Cazal

Hace dos décadas, el periodista, profesor universitario y político venezolano, Earle Herrera (1949-2021), publicó un ensayo sobre el ejercicio del periodismo y la relación con los grupos económicos dominantes, en el que diserta sobre la ética profesional y el afán de las corporaciones de controlar los medios y el mensaje.

Fueron tiempos álgidos y de conmoción para el país. En el 2002, la derecha venezolana, avalada por el gobierno de EEUU, intentó frenar el avance Revolución Bolivariana, liderada por Hugo Chávez (1954-2013), con un golpe de Estado y una campaña de desinformación y silencio mediático a través del ejercicio disociado y disociante del periodismo.

Herrera lo tituló El que se robó el periodismo que lo devuelva y para ese entonces le dio en la “teja” a más de un periodista activo y además, reavivó la polémica sobre “a quién y, a qué costo, le pertenece la verdad”, descrita con minuciosidad por el escritor español, Manuel Vásquez Montalbán (1939-2003), en la crónica Informe sobre la información, publicación que expuesta por primera vez en 1963.

En este sentido, iniciamos este encuentro desde lo que un día fue por años el más grande laboratorio mediático y generador de matrices adversas contra Venezuela y su pueblo: la sede de El Nacional. Este medio impreso, en nombre de la “libertad de prensa” y “la verdad”, enmascaró un juego “preñado de buenas intenciones” del periodismo rentado, sujeto a los lineamientos de grupos de poder dominantes en la otrora IV República; y a los apátridas “opositores” de este joven siglo XXI, el cual, con apenas 22 años, ha servido de escenario para el recrudecimiento de las más viles acciones del hegemón y sus secuaces contra las naciones y pueblos progresistas del mundo.

 Ahora, ese espacio es un centro liberador y una trinchera de alto nivel para contrarrestar las acciones de la canalla mediática internacional. Hoy es la sede oficial de la Universidad Internacional de las Comunicaciones (UICOM), propuesta del Foro de Sao Paulo para combatir la guerra cognitiva.

Su rectora, la periodista, diputada y actual vicepresidenta de Formación del PSUV, Tania Díaz, reflexiona sobre ese debate y lo que significa la dura misión de rescatar el ejercicio real del periodismo en Venezuela, ante la vorágine expansionista y alienante 2.0 provocada por las redes sociales y los más novedosos informaductos digitales en la actualidad.

“Le tienen miedo a la verdad porque la verdad despierta a los pueblos, la verdad es subversiva y, sobre todo, en estos tiempos”, refiere Díaz, haciendo alusión a una de las máximas del líder revolucionario Hugo Chávez (Aló Presidente N° 353, 14 de marzo 2010)

Para Tanía Díaz, quien también estuvo al frente del Ministerio de Comunicación e Información de Venezuela en el 2010, el oficio del periodismo se ha desdibujado en este momento.

“Hoy recuerdo más que nunca la máxima del Correo del Orinoco de Simón Bolívar y que se convirtió en su eje de acción: «Somos libres, escribimos en un país libre y no pretendemos engañar al pueblo». Cuando me mencionas ese ensayo de Earle Herrera, recuerdo al Correo del Orinoco de Bolívar y esa máxima de nuestro Libertador, que era muy de vanguardia para ese tiempo. Earle Herrera refiere ese periodo en el que las grandes corporaciones absorbieron el periodismo y el oficio de periodista. Creo en el oficio del periodismo con pasión, en el periodismo de calle, en el periodismo intérprete de las necesidades de los pueblos, es por eso que lo llamamos oficio. Cuando las corporaciones se apropiaron de este oficio y comenzaron a imponer sus normas, corporativizaron y tecnocratizaron a la profesión, causaron la pérdida de la esencia de ese periodismo que se debía al pueblo, que servía para ser un vaso comunicante entre el pueblo y la sociedad, entre el pueblo y el resto de los actores de la sociedad, y sobre todo, se robaron algo que es fundamental para nuestra profesión que es la ética”, apunta.

Precisa que el ensayo del profesor Earle Herrera se centra específicamente en el tema de la ética y el papel como ente social responsable del periodista.

“El periodismo tiene como horizonte la búsqueda de la verdad de los pueblos. Si no tienes ética ni te basas en sus principios, todas esas fronteras comienzan a desdibujarse y llega un momento que no sabes lo que eres como periodista. Estamos viviendo en tiempos en que tienes que discernir si estás leyendo una noticia o un fakenews, este último no es más que una propaganda de guerra sucia o una estrategia de mercadeo de cualquier corporación. Allí están desdibujadas esas fronteras de la ética y eso le hace daño a la sociedad misma. Es importante destacar el vital papel del periodismo como el «transporte de la realidad popular» a los medios de comunicación”, subraya.

Remarca que la actual corporativización de la comunicación y de la información afecta todas las esferas de la vida, pues tiene que ver con el “desarrollo mismo del concepto de la democracia, sobre todo ,de las democracias modernas”.

“Información es poder, en un momento se llamó cuarto o quinto poder pero ya varió de lugar en el escalafón y subió”.

Recuerda a Ignacio Ramonet, quien asevera que “es la primera vez en la historia de la humanidad que nosotros podemos informarnos, entretenernos y comunicarnos a través de un aparato”.

“Eso ha cambiado la manera como nos relacionamos. También cambia la manera de controlar de esos poderes fácticos, los cuales usan esa herramienta tan poderosa para imponer desde códigos, criterios estéticos y de entrenamiento, hasta modelos políticos y de pensamiento. Ese es el gran debate que tiene actualmente la humanidad”, afirma Díaz.

VENEZUELA EN LA MIRA

En el caso venezolano, Tania Díaz rememora otra vez al líder de la Revolución Bolivariana como referencia en el proceso de lucha para alcanzar la soberanía comunicacional.

“Como siempre lo dijo Hugo Chávez: «Todos los presidentes que desplegaron una política soberana para las tierras y la administración del petróleo fueron derrocados». Sí Venezuela es la primera reserva petrolera probada del mundo, imagínate cuánto empeño tienen los poderes fácticos de acabar un sistema de gobierno que apuesta por la paz y la soberanía en el manejo de estos recursos tan estratégicos para el mundo. Aquí se han aplicado todas las fórmulas de guerra para estos fines. En el caso de guerra psicológica, operaciones de propaganda psicológica o actual guerra cognitiva, Venezuela fue y es un laboratorio para aplicar todas esas estrategias, las cuales se han replicado en Argentina con el caso de Cristina Fernández, pero también en Nicaragua, Bolivia y Cuba, que no es nueva en estas operaciones de las grandes corporaciones, las cuales actualmente detentan el poder de la tecnología”, asevera.

En cuanto al proceso político revolucionario y progresista en el contexto latinoamericano y la comunicación, enfatiza que en Venezuela están sumamente vinculados.

“Todos afirman que Chávez fue un gran comunicador, pero eso va más allá. La comunicación fue parte de la planificación estratégica del Comandante Chávez para desarrollar el modelo bolivariano del siglo XXI. Era una línea de trabajo que nos dejó en el Plan de Patria 2013-2019. Es por eso, que cuando llega al poder, lo primero que hace es convocar una Constituyente, un ejercicio de comunicación gigantesco para llamar a esos sectores de la sociedad ignorados por la democracia representativa. La democracia participativa y protagónica comenzó con la constituyente”, explica.

Añade que periodistas como Desirée Santos Amaral, Earle Herrera, Helena Salcedo, Jesús Romero Anselmi, entre otros, se sumaron al llamado constituyentista. “Todos esos periodistas que estábamos contracorriente y rechazábamos el modelo neoliberal impuesto, llevamos nuestro aporte a la constituyente y batallamos por el derecho del pueblo a la información veraz, oportuna y sin censura. Además, ganamos el derecho a réplica para todos venezolanos”, sentencia.

“Con la Constituyente hubo un quiebre histórico. Ganamos derechos que teníamos que tener como pueblo. Chávez nos formó en el proceso de la comunicación directa en revolución y nos trajo ciudadanía e identidad. Permitió, estimuló y generó la cultura de que todo ciudadano tiene derecho a hablarle al país, y ese es el concepto de democracia participativa protagónica que también impulsa el presidente Nicolás Maduro”, puntualiza.

GUERRA COGNITIVA

Para nadie es un secreto que la irrupción tecnológica en el entorno comunicacional ha generado novedosos informaductos digitales, adictivas redes sociales y activas comunidades virtuales, que ampliaron el espectro de las relaciones humanas pero a la vez crearon mecanismos de dependencia y nuevas formas de dominación social.

“Al capitalismo, el modelo dominante, desde el punto de vista bélico y económico, le interesa que nosotros creamos que la tecnología lo puede todo, que es omnipresente, y que los seres humanos no tenemos herramientas de defensa contra eso. Eso es mentira”, precisa.

Acota que desde la Universidad Internacional de las Comunicaciones, se ha conformado un equipo de investigación multidisciplinario con profesionales de alto nivel, tanto venezolano como foráneo, para estudiar todos los ámbitos de la guerra cognitiva.

“Aquí hay un equipo nacional e internacional de investigación, encabezado por el profesor Luis Delgado Arria, para analizar todo lo referente a la guerra cognitiva, estudiar las formas como nos hemos defendido y diseñar estrategias de cómo nos podemos defender”, dijo.

Destaca que de los resultados preliminares del trabajo de este equipo se obtuvo una definición precisa del término guerra cognitiva. “Ellos hicieron una definición que está acorde con la actualidad: la guerra cognitiva es un complejo y paulatino proceso de demolición programada y sistemática de las capacidades normales de atención, percepción, memoria histórica, pensamiento crítico y creativo; y la inteligencia de una comunidad nacional o plurinacional, con el fin de traumar, e incluso, anular temporal o definitivamente la identidad histórica, el arraigo y la voluntad de lucha de todo un pueblo, incluyendo sus vanguardias intelectuales y morales, facilitando su dominación política, su explotación económica, su humillación cultural y la expoliación sin límites de todos sus recursos”, subraya.

Agrega que una de las primeras acciones para combatir las batallas en la guerra cognitiva es desmitificar el tema de las redes sociales. “Cuando analizas la dependencia a las redes sociales, te das cuenta que hay técnicas de neurociencia, de mercadeo, de manipulación y guerra psicológica. Hay unas técnicas de condicionamiento conocidas por la humanidad, las cuales están unificadas en un aparato electrónico. Por eso es tan poderoso, porque cuenta con muchas facilidades como la inmediatez de la información, pero con la confusión a su favor”.

Explica que estas técnicas de condicionamiento y dominio pretenden neutralizar las acciones emancipadoras de los pueblos. “Una de las herramientas más usadas por la guerra cognitiva es el miedo. Las sociedades que están sujetas al miedo son más vulnerables”. Pone como ejemplo a las llamadas sociedades del primer mundo o «desarrolladas», la cuales a su parecer “viven en el temor y son proclives a ser víctimas de la dominación en la guerra cognitiva”.

“Por eso vemos el caso de Europa, en donde el fascismo era un tema de vergüenza para el mundo, pero actualmente retoma las banderas y sale campante, porque la guerra cognitiva se aprovecha de la inoculación del miedo a sus pueblos para alejarlo de la realidad en medio de matrices adversas al progreso y a la autodeterminación”, asegura.

En el caso Venezuela, la periodista remarca los 22 años resistencia del pueblo y gobierno revolucionario ante las agresiones sistemáticas del poder hegemónico.

“Llevamos 22 años resistiendo, Cuba, Nicaragua, Bolivia también, y a pesar de que somos víctimas de una agresión real, no vivimos atemorizados. En este sentido, tenemos herramientas de defensa mucho más grandes que las que tienen ellos. Del miedo se derivan una cantidad de situaciones negativas y también el sueño americano, con la industria del entretenimiento, una irrealidad que te condiciona a creer en una película y modelos impuestos para el dominio cultural. Por un lado te tienen atemorizados por los supuestos males del comunismo y gobiernos progresistas; y por otro, te mantienen añorando un mundo ideal al que no vas poder llegar en el capitalismo, pues ni siquiera los mismos estadounidenses lo viven en la realidad”, explica.

Para Tania Díaz las herramientas de mercadeo obligan necesidades que no tienes y objetivos que no vas a alcanzar solo para estimular el consumismo y una falsa realidad. “Estas herramientas y estrategias son potenciadas por las tecnologías y las redes sociales”.

La también activista política está consciente de la fuerza del poder popular venezolano para vencer la conjura mediática internacional.

“Nosotros en Venezuela hemos vencido varios hitos en la batalla comunicacional. El escritor chileno Pedro Santander escribió el libro La Batalla Comunicacional en el cual describe la forma como Venezuela y otros procesos políticos de la región se han organizado para la batalla comunicacional. Él menciona al Comandante Chávez y de cómo formaba y organizaba a los pueblos para que se defendieran en los medios y en las redes sociales contra los ataques mediáticos. Recordemos el fenómeno Chavezcandanga. Chávez fue el primero que nos invitó a todos y a todas a tomar la red social Twitter, y luego la convertimos en una red de debate político encabezada por el mismo Comandante”.

En cuanto a las operaciones de propaganda de guerra en el país, Díaz pone en la mesa del debate nacional las matrices difundidas ampliamente por los medios de comunicación y usuarios populares de redes sociales adversos al proyecto bolivariano en estas dos décadas de lucha contra la guerra cognitiva.

“Recordemos cuando decían que las hordas chavistas te iban a quitar a tus hijos y tus bienes, era para que atacaras a cualquier persona identificada con la Revolución Bolivariana. Lo mismo se repitió luego en la guarimbas del 2017, provocando caos, confusión e incertidumbre en la población venezolana. Esas acciones llevaron al mismo pueblo a entrenarse para combatir a los medios tradicionales y tomar conciencia del papel de los mismos. El pueblo se dio cuenta que esos factores nos estaban llevando a una confrontación directa, derrumbando el mito de los medios de comunicación y su prestigio”, detalla.

Aduce que tenemos que plantearnos el tema comunicacional como un elemento estratégico de defensa de la nación. “Nosotros contamos con la organización y con nuestras herramientas para defender a nuestro país del ataque mediático sistemático. Estamos en la lucha y resistimos con nuestras propias armas ante un gigantesco aparato de propaganda imperial que tiene al mismo Hollywood como una de sus caras”.

Refiere dos situaciones importantes en el país ocurridas en el año 2019 como lo fueron el sabotaje eléctrico y la batalla de los puentes en la frontera colombo-venezolana por el estado Táchira. “Durante los apagones en pleno sabotaje eléctrico, ellos esperaban los enfrentamientos entre los vecinos, los choques entre las comunidades y otro tipo de situaciones negativas. Sin embargo, lo que sucedió fue un entendimiento comunicacional que terminó en una comunión de venezolanos”.

Describe que en el caso de las batallas de los puentes, del lado colombiano contaban con la presencia de 300 medios de comunicación internacionales, tres presidentes suramericanos, el Secretario General de la OEA, el concierto de dos millones de dólares, artistas internacionales, el ejército nacional de Colombia y el ejército paramilitar; y del lado venezolano, afirma que “estábamos en franca desventaja”.

“Fuimos allá organizados para defender a nuestra patria, conscientes de que eso era una invasión militar contra Venezuela, enmascarada mediáticamente como un concierto para solicitar ayuda humanitaria. Fuimos con un despliegue de nuestra Fuerza Armada, la unión cívico-militar y los medios aliados. Allí sucedieron hechos en donde la colega Madeleine García de Telesur, enfrentó y sacó las imágenes en las cuales se demostraba que era una invasión y no un concierto humanitario. Unidos derrumbamos ese entramado terrorista que costó millones de dólares y nuestro ejército de replique actuó de tal manera que el New York Times tuvo que desmentirlo. Nosotros tenemos la formación y la organización; y si nos toca movilización, nos movilizamos”, asintió.

Uicom: formación y combate

La Universidad Internacional de las Comunicaciones (UICOM) emerge en la actualidad como la nueva trinchera para la generación de estrategias y formación integral de profesionales de alto nivel para el combate contra la guerra cognitiva en el plano latinoamericano, americano y mundial. Fue creada por decreto presidencial el 4 de diciembre del 2019 de acuerdo con la Gaceta Oficial 41.774.

“La UICOM surge de un mandato del Foro de Sao Paulo. En el 2019, los partidos políticos y los movimientos sociales asociados al Foro de Sao Paulo realizaron en Venezuela ocho congresos internacionales y el penúltimo fue el Congreso Internacional de la Comunicación. Del debate y el trabajo de las mesas surgió el proyecto de la Universidad Internacional de las Comunicaciones como un punto de encuentro y una comunidad de saberes para formar integralmente a los pueblos en materia de comunicación. Nace como un espacio para la formación, organización, difusión y pensamiento en materia de comunicación popular y disruptiva desde las mismas bases”, precisa.

Acota que la UICOM está sustentada en esa búsqueda de la verdad y en las Tres Raíces de la Revolución. “Es comunicación para la organización popular. Es decodificar y codificar para dotar de herramientas que les permitan a los pueblos avanzar con una comunicación propia, nacida del seno de las batallas sociales para la defensa estratégica frente a la guerra cognitiva”, asevera.

Hace referencia a las palabras del presidente Nicolás Maduro, principal impulsor de la UICOM, durante el discurso de apertura de este centro de estudios: “Tenemos que dar la batalla en tres niveles: medios, redes y paredes; y construir medios de comunicación para los pueblos”.

De acuerdo con Tania Díaz, la UICOM cuenta con cinco líneas de trabajados enfocadas en la investigación de la comunicación pero no corporativizada. “No quisimos mirar la comunicación por el retrovisor, sino que estudiamos la comunicación bajo las siguientes visiones: Semiótica para la emancipación, Periodismo para la paz y la verdad; Agresión económica y políticas antibloqueo; Defensa estratégica frente a la guerra cognitiva; y Soberanía tecnológica para la comunicación”.

“Fernando Buen Abad, como discípulo de Sean McBride, sigue su línea de investigación hacia la comunicación liberadora y popular. Él dice que allí está la respuesta para la humanidad y nosotros lo creemos fervientemente y lo hemos demostrado en Venezuela”, esgrime.

Fernando Buen Abad es el rector internacional de la UICOM. Para el 2023 está previsto el inicio del periodo académico regular.

En cuanto a la sede actual de la UICOM, las instalaciones fueron donadas por el diputado Diosdado Cabello a este centro de educación superior liberadora tras el fallo judicial que lo favoreció debido al daño moral provocado por la campaña de descrédito que llevó adelante el diario El Nacional contra él, en los que violó flagrantemente el derecho a la información veraz y la ética periodística.

Comentarios

  • yeyfnyqclf
    26 de noviembre de 2023

    Muchas gracias. ?Como puedo iniciar sesion?

    Reply

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